PRIMERA PERLA sobre la historia de la Neurocirugía Pediátrica

En reconocimiento a su labor, durante la Sesión Raúl Carrea el jueves en CLAN Bogotá 2008.

Al echar un vistazo al pasado, quiero en forma muy suscinta, y cometiendo el pecado de siempre de dejar fuera muchos valores y hechos, por el inclemente verdugo del tiempo, a manera de pinceladas cronológicas menciono las siguientes.

En Venezuela tenemos una de las publicaciones más antiguas de nuestra historia neuroquirúrgica latinoamericana. Se revisaron los documentos históricos asequibles de los siglos 18 y 19 en relación a la trepanación craneana y craneotomías, pudimos recopilar lo siguiente:
 - 1546 Un religioso intervino de emergencia después de la batalla de Huarina realizando una esquirlectomía a un soldado. Una trepanación hecha de urgencia por un sacerdote del Perú.
 - 1710 Luis Gomes Ferreira, Brasil, practica una craniectomía por fractura traumática deprimida en un esclavo.
 - 1736 Los médicos franco venezolanos Pierre Blandin junto con Pedro Bigott y Juan B. Francisco Pellirín realizaron una trepanación craneana debido a un hundimiento craneal traumático producido por un garrote, al paciente José Antonio Leguizamon, “que lo echó al suelo, privándole de la palabra y del conocimiento en la esquina del Tejar”. La declaración que hizo Pierre Blandin el 16 de noviembre, a los 108 días del golpe y 102 días de la intervención, o sea, que la intervención se realizó entre el 5 al 7 de agosto de 1736, a los 5 días del trauma.
 Latinoamérica señala las primeras intervenciones realizadas por excelentes cirujanos generales con interés en la neurocirugía, así:
 - 1890 Juan Justo en Argentina realiza el primer colgajo osteoplástico
 - 1891 Llobet operó pacientes con quistes hidatídicos
 - 1893 David Benavente de la Universidad de Chile publica “Sobre localizaciones cerebrales y drenaje de la fosa posterior”
 - 1908 Gregorio Anumátegui de la misma Universidad de Chile leyó su trabajo “Las trepanaciones de los tumores cerebrales y en los hundimientos traumáticos”
 - 1917 Finochietto introduce técnicas relacionadas a la especialidad
 - 1925 Ernesto Dowling crea el primer servicio de Neurocirugía simultáneamente con Balado
 - 1928 En Brasil Alfredo Monteiro y ribe Portugal inician la Neurocirugía
 Reitero mis excusas de no mencionar muchos y valiosos hechos de otros países mencionados en el libro de la historia de la neurocirugía latinoamericana del editor Dr. Jorge Méndez.
 Doy un salto histórico y me remito a la próxima etapa histórica correspondiente al engendro de la Federación Latinoamericana de Neurocirugía FLANC.
 El llamado I Congreso Suramericano de Neurocirugía bajo la presidencia del profesor Alejandro Schroeder en Montevideo el 1º al 4 de mayo en 1945.
 El Dr. Schroeder (1890-1954) falleció a los 83 años y la H de su apellido es el de su madre “Hosking”, de origen inglés. Su padre, de origen alemán. Ambos transfirieron sus idiomas al sucesor. Como dato curioso asistió a la enfermedad de Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) y participó en su autopsia.
 Al regresar a Uruguay fundó la escuela neurológica y neuroquirúrgica del país. Al realizar fuertes vínculos con colegas de la región: con Rafael Babbini de Rosario, quien utilizando un radio transmisor durante muchas noches y se comunicaba con Elyseu Paglioli de Porto Alegre. Con cartas y por teléfono con Alfonso Asenjo de Chile, surgió la necesidad de realizar encuentros regulares latinoamericanos con adhesión de Ramón Carrillo, Ernesto Dowling y Germán Dickmann de Buenos Aires, José Ribe Portugal de Río y Esteban Rocca de Perú, y en solo tres meses de preparación realizaron el llamado I Congreso Sudamericano de Neurocirugía bajo la presidencia del Profesor Alejandro H Schroeder en Montevideo el 1º al 4º de Mayo en 1945. Participaron 121 médicos, 60 de Uruguay, 44 de Argentina, 13 de Brasil, 2 de Chila, 1 de Perú y 1 de Paraguay. Actuó como Secretario el Dr. Arana I.
 Schroeder en su discurso inaugural afirmó lo siguiente: “No ha escapado a los que estamos aquí reunidos, toda la responsabilidad de este congreso. Es el primero de la especialidad en Sudamérica pero es también el primero en el mundo pues no habían conseguido ni Europa ni América del Norte un congreso similar. Tenemos pues la responsabilidad y el honor de iniciar la era de congresos internacionales de neurocirujanos. Tenemos ya el éxito asegurado con la presencia de todos los neurocirujanos sudamericanos y con la adhesión entusiasta de los ingleses así como de los americanos.”
 Las consecuencias de la publicación en dos volúmenes de los trabajos presentados fueron muy importantes para toda la neurocirugía latinoamericana. Se creó un Comité Permanente y después de los primeros seis congresos tomaron el nombre de Congresos Latinoamericanos de Neurocirugía. Schroeder asistió a los Congresos de Buenos Aires (1949), Porto Alegre (1951), por enfermedad no asistió a Lima (1953) donde se resolvió que el sexto sería en Montevideo en 1955, realizado en su homenaje, presidido por Román Arana Iñiguez, quien también fue fundador de Acta Neurológica Latinoamericana, revista de intercambio de la especialdad. En la clase inaugural de su elección como tercer Director del Instituto de Neurología de Uruguay decía entre otras cosas “Mis primeras palabras son de inmensa gratitud a la vida… tengo la religión de la Universidad, pues creo que ella encierra uno de los máximos ideales del hombre: la cultura en la libertad…”
 Para ser médico es necesario, ante todo, sentir el infinito dolor del hombre y además, estar poseído de un gran optimismo. Si no se es optimista no se puede ser médico… George Duhamel, en su “Vida de Mártires” explicaba que el médico es el intermediario entre la vida y la muerte… es depositario de una misión que está por arriba de los egoísmos, de los defectos o de las virtudes: la misión de retener en vida a nuestros hermanos”.
 Recuérdese que los mundiales comenzaron tímidamente en 1957 junto a Neurología.
 Deben recordase las palabras textuales de Alfonso Asenjo en su libro “Tratado de técnica quirúrgica” publicado en 1959. “El primer congreso de carácter internacional que se organizó y sigue haciendo sus reuniones regularmente cada dos años, es el Latinoamericano de Neurocirugía. Antes solo existían reuniones de Sociedades Científicas, como la de los British of Neurosurgeons en Europa”
 Podemos decir que el último CLAN del Comité permanente fue el XVIII en 1979 en Buenos Aires bajo la presidencia del Dr. José Benaím. El Comité permanente presenta su renuncia para dar paso a la estructuración de un organismo de conformación y representación homogénea de todas las sociedades científicas de la especialidad.
 En el CLAN XIX bajo la presidencia del Dr. Armando Harb en 1981 en Guayaquil, nace la Federación Latinoamericana de Sociedades de Neurocirugía constituídos por las primeras autoridades de esta forma: Presidente Dr. Reinaldo Poblete.
 Allí se eligen las próximas autoridades del FLANC designadas de esta forma
 Presidente Humberto Hinajosa
 Vicepresidente Paulo Mangabeira Albernaz
 Secretario General Manuel Salazar
 Tesorero Abraham Krivoy
 Editor Juan Mendoza Vegas
 Con gran eficiencia se han venido cumpliendo los diferentes CLAN con pocas excepciones por avatares políticos.
 Siempre escuché como promotores e impulsadores del Simposium Raúl Carrea a los Dres. Reinaldo Poblete y Luciano Basauri que se cristalizó en los CLAN dedicados exclusivamente a la Neurocirugía Pediátrica que hasta hoy se ha mantenido y que ha sido la semilla del potente y activo capítulo de Neurocirugía Pediátrica que ya hoy ha realizado dos Congresos de gran éxito y magníficas publicaciones sobre el tema.
 Me tocó en suerte presidir el cuarto período de la FLANC entre 1986 y 1988 y tuve la magnífica oportunidad de contar con un secretario verdaderamente ejecutivo: el Dr. Fernando Rueda Franco con quien, con una velocidad poco común y una disposición a toda prueba, logramos remontar múltimos aspectos de la organización que se estaban estructurando, tratando de fabricar el estatuto y reglamento más funcional posible. Por nombrar un solo detalle: era necesario tener una hoja para los países aspirantes a ser las futuras sedes de los CLAN, para lo cual se requería, entre otros puntos, garantizar la infraestructura de los asistentes, hoteles, diferentes niveles, facilidad de transporte, sala o locales de realización de los eventos científicos, como sociales, seguridad del material de proyección y los aditamentos, facilidad de turismo, la facilidad de intercambiabilidad de la moneda, servicios secundarios, bancarios, asistenciales, etc. Todo ello enmarcado en los costos más asequibles a la mayoría de los latinoamericanos y particularmente a los residentes donde su poder económico es particularmente limitado. Estoy seguro que esta hoja de requisitos realizados en compañía de portentoso secretario, el Dr. Rueda Franco, garantizaba el éxito de futuros eventos como ha quedado demostrado. Tambien durante nuestro período se crearon los cargos de Historiador o Cronista de la FLANC y el de parlamentario que resultaron de gran utilidad ulterior (Oficio SG-123 88).
 Para terminar, quisiera repetir las finales palabras del Acta de la Sesión inaugural del VI Congreso Latinoamericano de Neurocirugía, el primero que repitió en Montevideo en 1966 como homenaje al primer presidente de estos eventos científicos, Dr. Alejandro Schroeder, diez años después.
 “Hoy al pretender traducir nuestros sentimientos, no podemos dejar de recordar aquel maravilloso diálogo de bronce y mármol que tiene por escena la plaza de la Signoria de Florencia. El David de Miguel Angel le pregunta al Perseo de Benvenuto Cellini. <<¿En qué reconoces a los que son dignos de mirarte? A lo que éste contesta: en que cuando ellos me miran, siento como si el fuego de la fragua volviera a arder en mis arterias de bronce y me transmitiera otra vez el soplo creador…>>”
 En este acto renace el soplo creador de la neurocirugía pediátrica que vuelve a encender el fuego de la fragua de sus iniciadores.
 Escribí yo en un trabajo sobre la Historia de la Neurocirugía Latinoamericana publicado en Gaceta Médica de Caracas en 1997:
 “Aquí contemplamos al Shaman de nuestros antespasados casi 3000 años antes de nuestra era. 4000 años despues, nos preguntamos si muchos de nosotros estamos cumpliendo el mandato científico y moral de la verdadera medicina o tan solo hemos cambiado el traje de Shaman por el traje contemporaneo de la bata blanca.”
 Dr. Fernando Rueda Franco: en nombre del Capítulo Pediátrico de la Flanc, de las autoridades de este magno evento CLAN 2008 con su pujante presidente Remberto Burgos y sus fieles colaboradores y del mio propio, reciba nuestra mejor y caluroso reconocimiento por su labor en la neurocirugía pediátrica en nuestro continente y permita Dios que nos acompañe con toda la extraordinaria energía y disposición que nos demostró cuando fue Secretario de mi período presidencial 1986-1988.
 Sé que será así y para muestra de ello, continuamos recibiendo la otra bella faceta de su personalidad, la gran cultura que porta y que yo personalmente he tenido la oportunidad de escucharla en otras ocasiones.
 Ahora nos deleitaremos con la próxima conferencia.
 Dr Rueda Franco, el micrófono es suyo.